En las frutas y vegetales hay minerales, vitaminas y enzimas que nos pueden ayudar en la prevención del cáncer, pero también hay unos componentes menos conocidos que son muy útiles en la prevención de la enfermedad: los fitoquímicos. Veamos algunos de ellos y empecemos a introducirlos en nuestro menú diario:
1. Quercetina
La quercetina es un fitoquímico de la familia de los flavonoides. Puede ayudar a prevenir o reducir la inflamación crónica. La inflamación se asocia con un mayor riesgo de cáncer.
La quercetina también puede actuar como un antioxidante, que ayuda a mantener un equilibrio entre los antioxidantes y los radicales libres en nuestro cuerpo, previniendo las lesiones en el ADN que pueden producir distintos tóxicos
¿Dónde se encuentra? En manzanas, té verde, uva, vino tinto, frutos rojos, cebolla y otras verduras. La cáscara de la manzana roja es muy rica en quercetina. Consume manzana rojas eco y cometelas a mordicos.
2. Alicina
La Alicina es la responsable del olor y sabor de ajo. La alicina y compuestos relacionados en el ajo regulan el crecimiento celular y ayudan a reparar lesiones en el ADN celular.
En estudios de laboratorio, estos componentes han demostrado la capacidad de retardar o detener el crecimiento de tumores de próstata, vejiga, colon y estómago.
¿Dónde se encuentra? En los ajos. Para liberar toda la alicina y obtener sus componentes activos aplasta con un cuchillo los ajos 10 minutos antes de cocinarlos.
3. Sulforafano
El sulforafano proviene de la descomposición de los glucosinolatos que son compuestos que contienen azufre. El sulforafano puede ayudar a prevenir el cáncer, ayudando al cuerpo a deshacerse de sustancias cancerígenas. Activa genes que suprimen el cáncer y también puede retardar el crecimiento tumoral
¿Dónde se encuentra? En las crucíferas: brócoli, coliflor, coles, repollo. grelos, coles de Bruselas, semillas de mostaza…
4. Filoquinona y menaquinonas
Son dos formas de Vitamina K presentes en la plantas. Recientemente se ha descubierto su papel en la prevención del cáncer al inhibir el crecimiento tumoral.
¿Dónde se encuentra? La Filoquinona se encuentra en los vegetales de hoja verde como la col rizada, acelgas o espinacas así como en las crucíferas como el brócoli. La vitamina K es soluble en grasa así que cocinar estas verduras en un poco de aceite de oliva virgen extra va a ayudar a su absorción. La Menaquinona la produce la flora intestinal y es favorecida su síntesis por el consumo de alimentos fermentados.
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