Seguramente habrás oído decir aquello de que el cáncer se alimenta de glucosa, que es la forma que adopta el azúcar en nuestro cuerpo cuándo se digiere.
No sólo se alimenta de él si no que es básico para que las células tumorales sobrevivan.
Fue el Dr. Otto Warburg, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1931, quien descubrió los mecanismos de respiración de las células cancerígenas y dijo que “la causa principal del cáncer es el reemplazo de la respiración con oxígeno en las células normales del cuerpo por la fermentación del azúcar”.
Cuándo ingerimos azúcar blanco o harinas blancas, alimentos con alto índice glucémico, nuestros niveles de azúcar en sangre suben rápidamente. Esto hace que el páncreas segregue insulina para ayudar a la glucosa a penetrar en las células. Esta insulina viene acompañada de otra molécula llamada IGF (Insuline growth factor, o lo que sería lo mismo factor de crecimiento de la insulina) cuya misión es estimular el crecimiento de las células.
Pero además, la insulina y la IGF tienen en común que ayudan a inflamar los tejidos. Y esta inflamación tisular abona el terreno para que crezcan los tumores. Además, por si eso fuera poco, facilitan la expansión de las células tumores a invadir tejidos vecinos, es decir, facilita que el cáncer se extienda.
Incluso podría afectar la respuesta de un organismo a la quimioterapia, como se comprobó en estudio realizado con unos ratones a los que les habían inyectado células de cáncer de mama. Los que tenían tenían el sistema insulínico estimulado por la presencia de azúcar eran menos susceptibles a la quimioterapia.
Recientemente ha salido en prensa que se ha descubierto un nuevo tratamiento contra el cáncer. El fármaco, que está en fase de desarrollo, se llama Bay 876. Este fármaco en cuestión lo que hace es desactivar la captación de glucosa por parte de las células tumorales. Así las dejan sin alimento y se mueren de hambre.
Todavía tendremos que esperar un tiempo hasta que este fármaco esté disponible pero la buena noticia es que si haces una dieta como la que te recomendamos en el Método Equilbrium 3 de Avívate – Escuela de pacientes, que es baja en glucosa, también facilitarás que las células tumorales se mueran de hambre.
No se trata de abandonar el sabor dulce, pero sí de consumir alimentos con carga glucémica baja y alimentos que ya son dulces por sí mismos.
Evidencia científica:
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- Chocarro-Calvo, Ana, Jose Manuel García-Martínez, Soraya Ardila-González, Antonio De la Vieja, y Custodia García-Jiménez. «Glucose-Induced β-Catenin Acetylation Enhances Wnt Signaling in Cancer». Molecular Cell 49, n.o 3 (7 de febrero de 2013): 474-86. https://doi.org/10.1016/j.molcel.2012.11.022.
- Gatenby, Robert A., y Robert J. Gillies. «Why Do Cancers Have High Aerobic Glycolysis?» Nature Reviews. Cancer 4, n.o 11 (noviembre de 2004): 891-99. https://doi.org/10.1038/nrc1478.
- Michaud, Dominique S., Simin Liu, Edward Giovannucci, Walter C. Willett, Graham A. Colditz, y Charles S. Fuchs. «Dietary Sugar, Glycemic Load, and Pancreatic Cancer Risk in a Prospective Study». JNCI: Journal of the National Cancer Institute 94, n.o 17 (4 de septiembre de 2002): 1293-1300. https://doi.org/10.1093/jnci/94.17.1293.
- «Overweight, obesity and cancer: epidemiological evidence and proposed mechanisms | Nature Reviews Cancer». Accedido 14 de febrero de 2019. https://www.nature.com/articles/nrc1408.
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