Es habitual sufrir cambios en el sabor de los alimentos durante la quimioterapia.
No se trata solamente de que dejen de gustarnos algunos alimentos que antes nos gustaban.
Tampoco se trata solamente que notemos que la manzana ya no sabe a manzana.
Se trata principalmente de que nos sepa todo acartonado, amargo o metálico.
Si te pasa esto puedes disminuir este efecto secundario con trucos fáciles.
Un truco que sirve para todos los pacientes es hacer gargaras con agua y bicarbonato o con infusión de manzanilla antes de las comidas.
Si tienes sabor metálico, utiliza cubiertos de madera.
Si tienes sabor acartonado o amargo, añade un poco de limón a tus comidas. Si tienes llagas en la boca, pon un poquito de miel de acacia (es la que tiene una carga glucémica más baja).
Añade especias a tus platos. Además de mejorar su sabor te beneficiarás de sus cualidades terapéuticas.
Come alimentos fríos o templados. Con los alimentos calientes notarás más cambios en el sabor. ¡Ojo! Si estás en tratamiento con una quimioterapia que cause sensibilidad al frío.
¿Has notado cambios en el sabor desde que empezaste con la quimioterapia? Te leo