En este artículo descubrirás las propiedades de las infusiones de hojas de roble, abedul, pino, tilo y nogal. También de las infusiones de flores de enebro y bayas de escaramujo.
Los árboles y los bosques son nuestro gran pulmón verde. Son los agentes del equilibrio en la atmósfera y en la tierra: regulan el oxígeno, el dióxido de carbono, la humedad, la temperatura… Funcionan también como filtros de agua y como desintoxicadores de la tierra. Nos aportan alimento, madera para nuestras casas y leña. Y sus cortezas, flores y raíces tienen poderes curativos ante muchos tipos de alteraciones.
Roble: potente remedio universal
Las hojas, las cortezas y los frutos de este potente árbol se emplean desde la antigüedad como reconstituyentes para personas agotadas física y mentalmente. Al permanecer junto a un roble nos contagiamos de su energía vital.
La infusión se emplea en casos de menstruaciones abundantes, diarreas, alteraciones del hígado y la vesícula, e intoxicaciones.
Infusion de hojas:
Se toma una cucharadita de hojas de roble y se llevan a ebullición. Se deja hervir 5 minutos. Se deben tomar diariamente entre 3 y 4 tazas.
Gracias a su contenido en taninos, la corteza posee efecto antiinflamatorio, frena hemorragias, favorece la cicatrización y desintoxica. Es especialmente efectiva en caso de inflamaciones de hígado y bazo.
La corteza solo debe emplearse en aplicaciones externas de la decocción: baños de pies y de asiento, gárgaras, varices, hemorroides, inflamación de las encías, heridas supurantes e impurezas de la piel.
Decoccion de corteza de roble:
Se llevan a ebullición 1 l de agua y 100 g de corteza, se deja hervir a fuego lento durante 10 minutos y se deja reposar durante un día entero. Transcurrido ese tiempo se cuela y ya se puede emplear.
Las flor de Bach Oak está indicada en personas que tienen la tendencia a hacer más de lo que pueden. Les ayuda a aceptar sus propios límites.
Tilo: en caso de resfriados
La infusión de flores ayuda en caso de resfriados, pero tomado de modo regular también es efectivo para la arterioesclerosis.
Infusion para insomnio y resfriado:
Se coge una cucharada rasa de flores secas de tilo por 250 ml de agua. Se prepara la infusión con agua hirviendo durante 5-10 minutos, luego se cuela y se toma a sorbitos a lo largo del día.
Se le atribuye también gran capacidad curativa al carbón, que se que se empla para tratar heridas, quemaduras y dolores de muelas.
La decocción en vino de las hojas se usa ante dolores de barriga. La decocción en vinagre de la corteza se aplica sobre úlceras en la piel.
Abedul: desintoxica el cuerpo
Para los celtas el primero de mayo era una fiesta religiosa. Las ramas de abedul se veían como “varas de vida” y la imposición de estas varas aumentaba la fertilidad tanto en personas como en animales.
Las hojas de abedul son ricas en sustancias amargas, taninos y minerales. Preparados como la infusión activan y limpian los riñones, aumentan los jugos biliares y son diuréticos. Ayudan en caso de inflamaciones de vejiga y para eliminar tóxicos.
Infusión de hojas de abedul:
Se toman 80g de hojas de abedul y se cubren con 1/2l de agua hirviendo. Se dejan hervir 5 minutos y luego se reposa 10 minutos. Diariamente se beben de 3 a 4 tazas.
La decocción de corteza de abedul es curativa como envoltura en caso de enfermedades dermatológicas crónicas como los hongos de la piel.
Nogal: ayuda a mantener la cabeza clara
Su forma se asemeja al cerebro humano, de ahí que se vea la nuez como un alimento para el espíritu despierto. Nuevas investigaciones realizadas en la Universidad de Texas en San Antonio (Estados Unidos) han demostrado que las nueces son una fuente natural de melanina. De esta manera suman capacidad antioxidante y ayudan a mejorar las horas y las calidad del sueño, y por tanto la memoria y la energía disponible durante el día.
Según el Dr. Russel J. Reiter, profesor de neuroendocrinología, se puede partir de la base de que los principios activos de las nueces pueden disminuir la incidencia de cáncer y alargar en el tiempo las enfermedades neurodegenerativas de la edad, como por ejemplo el Parkinson o el Alzheimer. Además pueden disminuir la gravedad de las enfermedades cardiocirculatorias.
Los principios activos presentes en sus hojas, cáscara verde y la nuez misma se compone sobre todo de taninos, sustancias amargas, aceites esenciales y ácidos grasos insaturados. Tienen un efecto constrictivo, desinflaman, curan las heridas, limpian la sangre y estimulan el metabolismo. Las hojas de nogal son apropiadas para infusión, para gargarismos y para envolturas. Son efectivas en trastornos gastrointestinales, gota, resfriados crónicos, inflamaciones de garganta, de ojos, venas y alteraciones de piel.
Infusión de hojas de nogal:
Se toma una cucharadita de hojas y se cubren con una taza de agua hirviendo. Se deja infusionar 10 minutos y se cuela. Se toman 2 tazas diarias y tras como mucho 6 semanas, se hace una pausa.
El zumo de las cáscaras verdes y blandas es bueno para hacer gárgaras en caso de inflamaciones de boca.
Pino: cura las alteraciones respiratorias
El poder curativo del pino está amplaimente documentado. La infusión hecha de agujas de pino favorece la limpieza de la sangre y es un remedio para hacer enjuagues bucales en caso de periodontitis, tos y bronquitis.
El linimento realizado con pino se emplea externamente en caso de dolores musculares y articulares, reuma, gota y debilidad nerviosa.
El zumo de los brotes tiernos se usa como remedio que disuelve la mucosidad y la tos.
La resina disuelta en vino se bebe en alteraciones renales. Con miel es un remedio excelente para combatir las anginas.
En la aromaterapia, el aceite de agujas de pino es bueno para hacer inhalaciones en enfermedades respiratorias, gripe y dolor de cabeza.
Enebro: limpia la sangre
El enebro se suele encontrar en sotobosques. Es un arbusto que debe ser cuidado: no hay que cortarle ramas, solo se cosechan algunas bayas, dejando la mayor parte.
Las bayas de enebro son muy ricas en vitaminas, diuréticas y además favorecen la digestión, el metabolismo y la circulación.
La infusión de enebro se emplea por su efecto diurético en caso de piedras renales y de vejiga. Por esa misma razón también se usa para “limpiar la sangre”, en enfermedades dermatológicas crónicas, así como en caso de sufrir gota y reuma.
Sirope de enebro para gripes y resfriados:
Se aplastan 500 g de bayas de enebro y se cubren con 2 litros de agua hirviendo. Se tapan y se dejan reposar una noche. Al día siguiente se llevan a ebullición y luego se pasan a través de un colador. A la mezcla obtenida se le añaden entre 50 y 100 g de miel. Cuando se haya enfriado por completo se mete en una botella que se pueda cerrar. Los adultos tomaran de 3 a 4 cucharaditas, los niños 2 al día. Este sirope es un remedio curativo en caso de gripe y resfriados. En caso de tos y para aumentar las defensas. Para niños también es un remedio fortalecedor.
Cura de enebro (según Kneipp):
La cura es un remedio eficaz para combatir las alteraciones digestivas y para favorecer el metabolismo: se debe tomar cada día una baya y masticarla bien. El segundo día se consume una baya más hasta llegar a 15 bayas. Luego se va eliminando una cada día hasta finalizar. Esta cura se realizará como máximo 2 veces al año.
Saúco: poder para el sistema inmunitario
El saúco se conoce desde la antigüedad como planta protectora y curativa, debido seguramente a la riqueza de las bayas en flavonoides y antocianinas, los pigmentos que les dan color. Una infusión preparada con flores blancas secas de saúco disminuye la fiebre en caso de gripe. Las bayas negras que a finales de verano se convierten en zumos y siropes aumentan la inmunidad.
Desde el punto de vista espiritual, la energía del arbusto de saúco ayuda a personas que suelen perder rápidamente el suelo bajo los pies. Las personas que constantemente se resfrían también deberían permanecer todo lo que puedan junto a él.
Infusión de flores de saúco:
Se toma una cucharadita de flores secas de y se cubre con 1/4 de litro de agua hirviendo. Se deja reposar 10 minutos. Se toma 3 veces/ día una taza bien caliente de la infusión. Tras tomarlas es buena idea echarse un ratito.
Escaramujo: contra el dolor
El luminoso fruto rojo es considerado un remedio muy valioso. No es de extrañar porque es rico en vitaminas, minerales y otras sustancias bioactivas. Hipócrates recomendó el escaramujo en caso de inflamaciones. Plinio nombraba en sus escritos 32 medicamentos que se obtenían del escaramujo.
La infusión de escaramujo se considera un remedio para limpiar la sangre y para aumentar la inmunidad. Mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema nervioso.
Nuevos estudios demuestran el efecto positivo de emplear escaramujo en polvo para tratar el dolor y la inflamación en la artrosis.
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