Hoy Iker, Eire y yo hemos tenido sesión de galletas caseras… y han salido ¡¡¡deliciosas!!! Las he bajado a la piscina y ha pasado el test más importante por el que debe pasar cualquier receta que aspire a ser catalogada como deliciosa…. el test infantil…. han volado en la piscina, solo han quedado las migajas que Eire iba esparciendo por el suelo, en plan monstruo de las galletas. Así que le damos el visto bueno a la receta y la comparto con el deseo de que a vuestros peques también les gusten.