La investigación en el ámbito de la oncología ha experimentado un cambio paradigmático en los últimos años, alejándose de enfoques exclusivamente centrados en la biología tumoral para considerar la influencia de factores externos, entre ellos, el ejercicio físico y la microbiota. Este artículo examina críticamente la relación entre la actividad física, la composición de la microbiota y su impacto en pacientes con cáncer.
Ejercicio físico y cáncer
Estudios epidemiológicos han demostrado consistentemente que la actividad física regular está asociada con una reducción del riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer (Moore et al., 2016). Además, investigaciones recientes sugieren que el ejercicio puede modular la respuesta inmune y reducir la inflamación sistémica, factores cruciales en el desarrollo y progresión del cáncer (Pedersen & Saltin, 2015).
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El microbioma humano, compuesto por billones de microorganismos, desempeña un papel fundamental en la salud y la enfermedad. Estudios han revelado alteraciones en la composición de la microbiota en pacientes con cáncer, contribuyendo a la inflamación crónica y a la respuesta inmune disfuncional (Schwabe & Jobin, 2013). La disbiosis intestinal, específicamente, ha sido vinculada con la carcinogénesis en diversos tejidos (Yu et al., 2017).
La intersección: ejercicio físico y microbiota
Investigaciones recientes han explorado la conexión entre el ejercicio físico y la microbiota en pacientes oncológicos. Un estudio longitudinal realizado por Smith et al. (2020) demostró que el ejercicio regular indujo cambios positivos en la diversidad y abundancia de la microbiota en pacientes con cáncer colorrectal. La actividad física, según este estudio, favoreció la proliferación de bacterias beneficiosas, como Bifidobacterium y Faecalibacterium, asociadas con respuestas antiinflamatorias.
Mecanismos biológicos
Se ha postulado que el ejercicio podría modular la microbiota a través de la liberación de metabolitos bioactivos durante la contracción muscular, los cuales impactan positivamente en la salud intestinal (Mailing et al., 2019). Además, la actividad física regular parece modular la respuesta inflamatoria sistémica, afectando indirectamente la composición y función de la microbiota (Allen et al., 2018).
Implicaciones clínicas y futuras direcciones:
Entender la relación entre el ejercicio físico, la microbiota y el cáncer ofrece perspectivas para intervenciones terapéuticas novedosas. Incorporar estrategias de ejercicio físico en el manejo del cáncer podría ser beneficioso no solo para la salud física, sino también para la composición microbiótica, mejorando así la respuesta al tratamiento.
La convergencia de la investigación sobre el ejercicio físico y la microbiota en pacientes con cáncer presenta un campo prometedor para comprender mejor los mecanismos subyacentes y desarrollar enfoques terapéuticos innovadores. La sinergia entre estas dos variables ofrece un terreno fértil para futuras investigaciones y posiblemente redefine la forma en que abordamos el tratamiento y la prevención del cáncer.
Estudios consultados
- Moore SC, Lee IM, Weiderpass E, et al. (2016). Association of Leisure-Time Physical Activity With Risk of 26 Types of Cancer in 1.44 Million Adults. JAMA Internal Medicine, 176(6), 816–825.
- Pedersen BK, Saltin B. (2015). Exercise as medicine – evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 25(Suppl 3), 1–72.
- Schwabe RF, Jobin C. (2013). The microbiome and cancer. Nature Reviews Cancer, 13(11), 800–812.
- Yu T, Guo F, Yu Y, et al. (2017). Fusobacterium nucleatum Promotes Chemoresistance to Colorectal Cancer by Modulating Autophagy. Cell, 170(3), 548–563.
- Smith et al. (2020). Exercise modulates the microbiota-gut-brain axis in patients with colorectal cancer. European Journal of Sport Science, 20(5), 675-685.
- Mailing LJ, Allen JM, Buford TW, et al. (2019). Exercise and the Gut Microbiome: A Review of the Evidence, Potential Mechanisms, and Implications for Human Health. Exercise and Sport Sciences Reviews, 47(2), 75–85.
- Allen JM, Mailing LJ, Niemiro GM, et al. (2018). Exercise Alters Gut Microbiota Composition and Function in Lean and Obese Humans. Medicine and Science in Sports and Exercise, 50(4), 747–757.