La cebolla contiene propiedades altamente beneficiosas para el organismo y la salud en general, además de ser uno de los alimentos más utilizados en la cocina mediterránea por su gran versatilidad.
En cuanto a sus nutrientes, la cebolla está compuesta por casi un 90% de agua. El 10% restante está formado por vitaminas del grupo B, E y C, minerales y oligoelementos (potasio, magnesio, fósforo, calcio, sodio y azufre), aminoácidos esenciales, fibra y aceites esenciales, principalmente. Nutrientes que se conservan en mayor cantidad si la cebolla se consume cruda.
Entre los muchos beneficios de la cebolla destaca su poder diurético y depurativo. Ésta ayuda a eliminar líquidos y toxinas del organismo, por lo que se recomienda a pacientes con problemas de gota, hiperuricemia o insuficiencia renal. Asimismo, es útil para las personas con diabetes, ya que la cebolla ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre.
Por otro lado, también funciona como expectorante, por lo que es apropiado para expulsar la mucosidad en afecciones respiratorias como pueden ser los catarros, los resfriados o las bronquitis. Además, es bactericida y fungicida, ya que la cebolla actúa como antibiótico natural contra los agentes infecciosos, virus y bacterias.
Por último, también cabe destacar los beneficios de la cebolla en la circulación. Su consumo favorece la producción de colesterol bueno, ayuda a fluidificar la sangre y en consecuencia, previene los infartos y los trombos así como la hipertensión. Y aun cabe señalar la propiedad de la cebolla como anticancerígena. Desde el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se recoge una investigación que relacionó un mayor consumo frecuente de cebolla y ajo con un menor riesgo de cáncer intestinal, así como otros estudios que asociaron el consumo regular de cebollas con un menor riesgo en cáncer de esófago y estómago.
Todas estas propiedades hacen que la cebolla sea un producto muy saludable. Únicamente deberían evitar el consumo en exceso las personas con problemas de estómago como ardores, acidez, hinchazón abdominal, úlceras o hemorragias.
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