La cúrcuma en el tratamiento contra el cáncer

La cúrcuma es una especia de la familia de las zingiberáceas muy utilizada en la cocina India. Ésta se encuentra en las regiones subtropicales de Asia y es considerada además de un alimento saludable, una medicina natural. Concretamente, la cúrcuma está incluida en el antiguo catálogo de medicina china, Shinshu-Honso, donde se describen sus beneficios terapéuticos. Además, la cúrcuma se utiliza en la Ayurveda, un sistema de medicina tradicional originado y practicado en la India, que aborda la salud desde un punto de vista holístico, integral, personalizado, espiritual y filosófico.

En lo que respecta a sus nutrientes, el principal componente activo de la cúrcuma es la curcumina. Se trata de un tipo de polifenol, conocido por sus principios antiinflamatorios y efectos antioxidantes. Precisamente por ello, países como Japón o Estados Unidos han publicado literatura científica sobre la activación fisiológica y la potencial eficacia de la curcumina en enfermedades como la arteriosclerosis, el Alzheimer, las enfermedades cardíacas, la depresión o el cáncer.

En una revisión publicada en 2007 sus autores intentaron determinar la relación entre la curcumina y el cáncer, analizando los efectos antitumorales, antiinvasivos y antimetatásticos de la curcumina[1]. Las investigaciones recogían que la curcumina es citotóxica para una gran variedad de líneas celulares tumorales de diferente origen tisular, aunque la toxicidad sea muy pequeña. Con lo cual, la acción antitumoral de la cúrcuma depende del tipo celular, de la concentración de la curcumina y de la fase del tratamiento. Por otro lado, también explican que la curcumina inhibe el crecimiento de los tumores e incrementa la vida media de modelos animales. Asimismo, inhibe la metástasis de las células tumorales tanto in Vitro como en animales[2].

Del mismo modo, otro estudio cuyo objetivo era indagar sobre el mecanismo inhibidor de la curcumina en las células cancerosas en pacientes con cáncer colorrectal mostró en sus resultados mejoras en la salud de los mismos[3]. Concretamente, la curcumina les aumentó el peso corporal, disminuyó los niveles séricos de TNF-alfa, incrementó las células tumorales apoptóticas y aumentó la expresión de la molécula p53 en tejidos tumorales y moduló la apoptosis, que se encarga de destruir las células dañadas.

Y en relación con el cáncer colorrectal, otro estudio examinó la eficacia de la terapia de combinación de dasatinib (BMS-354825; Bristol-Myers Squibb) y curcumina (diferuloylmetano) en modelos experimentales in vitro e in vivo. Los científicos observaron una mayor inhibición de los procesos metastásicos con el tratamiento combinado que con los agentes por separado. Además, la investigación preclínica reveló una gran eficacia de la combinación al causar una regresión de más del 95% de adenomas intestinales de los ratones, por lo que en conjunto, sus resultados sugieren que el tratamiento combinado de dasatinib y curcumina podría ser una estrategia terapéutica potencial para este tipo de cáncer[4].

Por otro lado, otra investigación estudió el papel quimiopreventivo de la curcumina en pacientes con lesiones de alto riesgo o pre-malignas, en concreto, cáncer de vejiga urinaria resecado recientemente, la enfermedad de Bowen de la piel, neoplasia intraepitelial cervical uterina (CIN), leucoplasia oral y metaplasia intestinal del estómago[5]. Los objetivos del estudio clínico en fase I eran evaluar la toxicología, la farmacocinética y la dosis biológicamente eficaz de curcumina en humanos. Al final de este ensayo, los investigadores concluyeron que la curcumina no es tóxica en humanos hasta 8,000 mg al día, ingerida por vía oral durante tres meses y también, determinaron un efecto biológico de la curcumina en la quimioprevención del cáncer.

De igual modo, otro estudio investigó sobre el efecto de la curcumina en la paraptosis de células malignas de cáncer de mama. En él, se observó que la curcumina hace una destrucción selectiva sólo de las células cancerosas malignas de las mitocondrias y no de las células sanas no afectadas[6].

Estos investigaciones, aunque aún necesitan de más estudios clínicos, parecen indicar un gran potencial de la curcumina como agente terapéutico para combatir el cáncer, aunque presenta una desventaja que es su reducida biodisponibilidad. Cuando la curcumina se ingiere oralmente, la mayor parte se excreta sin ser absorbida por el intestino delgado. Por ello, si se utiliza como condimento en las comidas, se recomienda añadir pimienta negra, ya que contiene piperina, un conocido inhibidor de la glucurodinación hepática e intestinal que aumenta la absorción de la curcumina.

A su vez, también existen complementos alimenticios a base de cúrcuma, con una elevada biodisponibilidad. Es el caso del Theracurmin, un producto de 30 mg con curcumina dispersada con nanopartículas coloidales cuya eficacia en su absorción en humanos es 27 veces más alta que la curcumina en polvo[7].

Una vez comprobada su alta biodisponibilidad, investigadores de la Tokyo University of Pharmacy and Life Science examinaron los efectos de Theracurmin en pacientes con diferentes tipos de cáncer.

Los autores realizaron un estudio de fase I en la que administraron Theracurmin en combinación con quimioterapia basada en gemcitabina a pacientes con cáncer de páncreas a los que este tratamiento no había funcionado. Como resultado, la curcumina no causó efectos graves inesperados en los pacientes y mejoró su calidad de vida[8]. En particular, cinco pacientes mejoraron significativamente su fatiga. Por ello se prevén más ensayos clínicos en fase II para examinar las posibilidades del Theracumin para prolongar la supervivencia de los pacientes con este tipo de cáncer.

Por otro lado, también se ha estudiado el efecto de la curcumina en el cáncer de próstata. Estudios observacionales han sugerido que la dieta es uno de los factores que contribuyen a una menor incidencia y mortalidad del cáncer de próstata en Asia. Los investigadores piensan que las catequinas del té verde, los licopenos, las isoflavonas de soja, los fenoles de granada, el selenio, las vitaminas E y D, el resveratrol y la curcumina desempeñan un papel de protección sobre este tipo de cáncer[9]. Así mismo, consideran que las modificaciones dietéticas que enriquecen la ingesta de estos nutrientes puede tener efectos quimiopreventivos también sobre el cáncer de próstata.

En un ensayo clínico doble ciego, a 85 pacientes asignados se les administró diariamente un suplemento que contiene isoflavonas y curcumina. Finalmente, se comprobó que esta combinación tiene efectos inhibitorios sobre los antígenos, ya que los niveles de PSA disminuyeron en el grupo de pacientes que habían tomado el suplemento[10]. En relación con estos resultados, se está llevando a cabo otro estudio preventivo aleatorizado doble ciego para examinar postoperatoriamente los efectos de la curcumina en la elevación del PSA en pacientes con cáncer de próstata que usan Therarcumin.

En definitiva, son muchos los estudios científicos que parecen indicar que el tratamiento con cúrcuma puede ejercer un papel antitumoral, como adyuvante a la quimioterapia y protector en la aparición de cáncer.

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Bibliografía

[1] Antitumor, anti-invasion and antimetastatic effects os curcumin. Kuttan, Girija; Kumar, Kuzhuvelil B Hari; Chandrasekharan; Kuttan, Ramadasan. Advances in experimental medicine and biology 595: 173-84. (2007)

[2] Figueruelo, V. (2014). La curcumina y sus funciones. 7-2-2017, de Universidad de Valladolid. Facultad de Medicina https://uvadoc.uva.es/handle/10324/7305

[3] Upregulation of p53 espression in patients with colorectal cancer by administration of curcumin. He ZY, Shi CB, Wen H, Li FL, Wang BL, Wang J. Department of general surgery, Second affiliated Hospital, Nanjing Medical University, Nanjing Jiangsu, China. Cancer invest. 2011 Mar;29(3):208-13. (2011)

[4] 45. Nautiyal J, Banerjee S, Kanwar SS, et al. Curcumin enhances dasatinib-induced inhibition of growth and transformation of colon cancer cells. Int J Cancer. 2010 Apr 19.

[5] Phase I clinical trial of curcumin, a chemopreventive agent, in patients with high-risk or pre-malignant lesions. Cheng AL, Hsu CH, Lin JK, Hsu MM, Ho YF, Shen TS, Ko JY, Lin JT, Lin BR, Ming-Shiang W, Yu HS, JeeSH, Chen GS, Chen TM, Chen CA, Lai MK, Pu YS, Pan MH, Wang YJ, Tsai CC, Hsieh CY. Department of Internal Medicine, National Taiwan University College of Medicine. Anticancer Res. 2001 Jul- Aug; 21(4b):2895-900.

[6] Yoon MJ, Kim EH, Lim JH, Kwon TK, Choi KS. Superoxide anion and proteasomal dysfunction contribute to curcumin-induced paraptosis of malignant breast cancer cells. Free Radic Biol Med. 2010 Mar 1;48(5):713-26.

[7] Hiroki SASAKI,Yoichi SUNAGAWA, Kenji TAKAHASHI, Atsushi IMAIZUMI, Hiroyuki FUKUDA, Tadashi HASHIMOTO, Hiromichi WADA, Yasufumi KATANASAKA, Hideaki KAKEYA, Masatoshi FUJITA, Koji HASEGAWA and Tatsuya MORIMOTO. (18-2-2011). Innovative Preparation of Curcumin for Improved Oral Bioavailability. Biol. Pharm, 34, 660—665. 10-2-2017.

[8] Atsushi Imaizumi. (11-9-2015). Highly bioavailable curcumin (Theracurmin): its development and clinical application. PharmaNutrition, 3, 123-130. 10-2-2017, De ScienceDirect Base de datos.

[9] Atsushi Imaizumi. (11-9-2015). Highly bioavailable curcumin (Theracurmin): its development and clinical application. PharmaNutrition, 3, 123-130. 10-2-2017, De ScienceDirect Base de datos.

[10] Atsushi Imaizumi. (11-9-2015). Highly bioavailable curcumin (Theracurmin): its development and clinical application. PharmaNutrition, 3, 123-130. 10-2-2017, De ScienceDirect Base de datos.