Por Jane Brody
En un estudio de 7.000 hombres y mujeres en el condado de Alameda, California, iniciado en 1965, Lisa F. Berkman y S. Leonard Syme encontraron que la gente que no tenía contacto social con otras personas tenían aproximadamente tres veces más probabilidades de morir durante los próximos nueve años. Esto queda escrito en el libro John Robbins sobre salud y longevidad, saludable a los 100.
Esta diferencia importante en la supervivencia ocurrió independientemente de la edad de las personas, el género, las prácticas de salud o el estado de salud física. De hecho, los investigadores encontraron que “aquellos con estrechos lazos sociales y estilos de vida poco saludables (como el tabaquismo, la obesidad y la falta de ejercicio) en realidad vivían más tiempo que aquellos con lazos sociales pobres pero más saludables hábitos de vida”, escribió Robbins. Sin embargo; añadió rápidamente, “no hace falta decir que las personas con estilos de vida saludables y lazos sociales estrechos vivieron la más larga de todas”.
En otro estudio, publicado en The New England Journal of Medicine en 1984, los investigadores del Plan de Seguro Médico de Nueva York encontraron que entre 2.320 hombres que habían sobrevivido a un ataque al corazón, aquellos con fuertes conexiones con otras personas tenían sólo un cuarto del riesgo de muerte dentro de los tres años siguientes en comparación con aquellos que carecían de conexión social.
Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke también encontraron que los lazos sociales pueden reducir las muertes entre personas con condiciones médicas graves. Beverly H. Brummett y sus colegas informaron en 2001 que entre los adultos con enfermedad coronaria, la tasa de mortalidad fue 2.4 veces mayor entre los que estaban socialmente aislados.
Fuente: https://www.nytimes.com/2017/06/12/well/live/having-friends-is-good-for-you.html
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