Hoy os traigo un segundo artículo que he escrito sobre mi experiencia para la web del Dr Mercola, un portal de salud muy interesante que os invito a visitar.
Fuente: Mercola
Mi Historia
Me llamo Odile Fernández, soy médico de familia, tengo 36 años y dos niños. En 2010 tuve cáncer de ovario con múltiples metástasis y la verdad es que las expectativas y esperanza de vida eran limitadas. Yo quería buscar algo más que no fuera alargar un poco la vida sino que lo que quería era sanar.
Como médico decidí buscar toda la información bibliográfica científica que relacionase el cáncer con la alimentación y los estilos de vida. Algo que no me habían enseñado en la Facultad pero que la evidencia me demostró que existía ese soporte de que la alimentación y los estilos de vida tienen que ver con el cáncer. Entonces, inicie un cambio en mi estilo de vida: cambie la forma de alimentarme, comencé a hacer ejercicio, perdí peso y cambie mi actitud ante la enfermedad y frente a la vida, viviendo en el aquí y en el ahora, aprovechado cada segundo, cada instante, porque la vida es limitada.
La Mente Anticáncer
El desarrollo del cáncer depende y mucho de lo que comemos, pero también depende de nuestras emociones, de nuestra manera de afrontar los conflictos y relacionarnos con nosotros mismos y nuestros semejantes.
Parece que los conflictos pueden estar en el origen del cáncer. Al día de hoy, la ciencia aún no ha podido identificar los conflictos como un carcinógeno, pero si ha demostrado que los conflictos no resueltos y el estrés contribuyen a que el cáncer se desarrolle más deprisa.
Por eso nuestra prioridad debe enfocarse en procurar que seamos felices, que vivamos la vida con alegría y de forma positiva. Que busquemos una motivación para sanar y vivir. En mi caso mi motivación era mi hijo de 3 años.
Enfócate en lo que te hace feliz y te hace disfrutar. Cree en tus sueños, pues si crees en los sueños, los sueños se crearán.
Estrés y Cáncer
El estrés influye en el cáncer, tanto que aumenta el riesgo de padecer cáncer de las personas sanas y reduce las tasas de supervivencia de las personas que ya lo han desarrollado.
Todos sufrimos situaciones que nos causan estrés, pero cada uno afronta estas situaciones de manera diferente. Cuanto más desbordados e impotentes nos sintamos ante los conflictos más posibilidades habrá de desarrollar cáncer.
Cuando estamos sometidos a un estrés crónico se liberan hormonas que activan el crecimiento y desarrollo del cáncer. Cuando estamos estresados liberamos cortisol y adrenalina que estimulan la liberación de sustancias inflamatorias, al sistema nervioso simpático y bloquean a las NK, favoreciendo así la aparición de cáncer.
El estrés es inevitable, lo que podemos hacer es aprender a manejarlo. Debemos aprender a que se nos resbalen las cosas y evitar que nos afecten.
Para aprender a manejar y controlar el estrés te aconsejo que empieces a realizar ejercicios de relajación y respiración consciente.
La meditación es una de las técnicas más eficaces que pueden utilizar los pacientes con cáncer para conseguir un estado pleno de armonía espiritual y mental. La meditación es ideal para manejar el estrés y aprender a afrontar los conflictos de forma sosegada. La meditación consiste en concentrar nuestra mente en la respiración mientras vemos pasar los conflictos, los miedos y las vicisitudes por nuestra mente, pero sin prestarles atención, sin perder nuestro tiempo en ellos.
Verás cómo mejora la forma de afrontar los problemas y consigues más paz y calma mental.
Practica la Visualización Creativa
Transmítele a tus células tu deseo de sanar, para eso es muy útil la visualización creativa:
Imagina a las células cancerosas como débiles, inútiles. Son un ejército mal organizado.
Cuentas con un ejército de diferentes tipos de glóbulos blancos que pueden “cargarse” a las células cancerosas. Ponle imagen a los linfocitos, a las Natural Killers y a los macrófagos. Deben ser muy fuertes y disciplinados.
Tu sistema inmune es agresivo e inteligente y continuamente está buscando y atacando a las células cancerosas.
Recrea la batalla entre el sistema inmune y el cáncer. Mientras tu sistema inmune gana la batalla visualiza como se va reduciendo el tumor hasta desaparecer de tu cuerpo.
Yo imaginaba que los linfocitos eran policías con perros salvajes muy fieros que machaban al cáncer, y las NK eran Tyrannosaurus Rex despiadados que atacaban continuamente descuartizando a las células tumorales.
Tras la victoriosa batalla de nuestras células inmunitarias, los restos de las células cancerosas muertas son barridos y eliminados del cuerpo. Las zonas de tu cuerpo donde previamente estuvo el cáncer son reparadas y vuelven a funcionar a la perfección como si nada hubiese pasado.
Imagina como el tratamiento administrado (quimio, radioterapia, alimentación, reiki, acupuntura…) es fuerte y poderoso.
Una vez vencido el cáncer visualízate feliz, haciendo aquello que más te gusta y rodeado de tus seres queridos. Imagínate lleno de paz y felicidad. Felicítate por lo bien que lo has hecho logrando tu sanación y deja que tus seres queridos te feliciten.
Si tienes dolor en alguna zona del cuerpo imagina como ese dolor va disminuyendo y desapareciendo.
Pide Ayuda
Las personas con cáncer no suelen pedir ayuda a los demás tienden a querer hacerlo todo ellos solos. Por eso, si tienes cáncer ¡no te hagas el fuerte, pide ayuda!
Tu familia, tus amigos, son tus mejores aliados
El papel de la familia y los amigos durante la enfermedad es crucial. Se ha demostrado que las personas que cuentan con apoyo emocional efectivo por parte de sus seres queridos viven más y tienen mayor calidad de vida que aquellas personas que viven la enfermedad en soledad.
En mi caso mi pareja, mi hijo, mis padres y mis amigos jugaron un papel muy importante por el apoyo y el amor que me mostraron durante todo el proceso. Siempre estuvieron a mi lado ya lloviese o saliese el sol.
Mi pareja y mi hijo se raparon cuando se me cayó el pelo por efecto de la quimioterapia para acompañarme y con ese simple gesto me decía NO ESTAS SOLA.
Busca el apoyo de tus seres queridos. Si no tienes familiares o amigos cerca acude a asociaciones de enfermos con cáncer donde encontrarás apoyo físico y emocional.
Mis Reglas Para Ser Feliz
No quiero despedirme sin dejarte unas sencillas reglas para ser feliz que intento aplicar en mí día a día.
Libera tu corazón del odio. Perdona viejos rencores y rencillas del pasado.
Libera tu mente de preocupaciones. Aprende a darle la importancia justa a las cosas, haz que los problemas te “resbalen.”
Vive humildemente y sin grandes pretensiones. Olvídate del consumismo. Vive con poco.
Da más, sin la intención de recibir. Lo importante es que ofrezcas cosas que nosotros creemos valiosas e importantes. Espera menos.
Sustituye la tristeza y la depresión por alegría y entusiasmo. Sé siempre positivo.
Cambia el miedo y la ansiedad por paz y serenidad. Cambia la ira, la envidia y la frustración por paciencia y amor.
Amate intensamente y después ama a los demás. Ama a la vida. Aférrate a ella.
Toma el control de tu vida y de tu enfermedad. Tú debes ser parte activa de tu enfermedad. No te limites a que los médicos te prescriban un tratamiento. Pregunta, busca, indaga. Conviértete en un paciente activo.
Dale las gracias al cáncer. Suena tremendo, pero es así. Gracias a un proceso que te convulsiona la vida puedes darle la vuelta a tus creencias y reinventarte a ti mismo. El cáncer es una oportunidad para cambiar tu vida, reflexionar sobre el pasado y planear un presente y un futuro más espiritual, más consciente y armónico. El cáncer te ayuda a saber quiénes son tus verdaderos amigos y las personas que realmente te aman.
Vive en armonía con la naturaleza. Pasea por el campo y la playa con los pies descalzos. Siente la brisa en la cara y la humedad del suelo en tus pies. Si puedes trasládate a vivir al campo.
Disfruta de cada momento que te ofrece la vida. Disfruta de cada caricia, de cada sonrisa, de cada abrazo.
Viaja. Descubre nuevas y positivas experiencias. Al fin y al cabo eso es lo único que nos llevamos al morir.
Confía en tu poder para sanar. Nada es permanente excepto el cambio. Por eso, cualquier enfermedad es reversible. El poder está en nosotros.
Aprende a escucharte y confiar en tu instinto.
Practica la risoterapia. Ríete. Rodéate de quien te haga sonreír, no de quien te haga sufrir.
Aprende a decir No. Primero mira por ti y después por los demás.
Recuerda que nada ocurre por casualidad. Si este artículo ha llegado hasta ti es porque has deseado tener esta información.
Solemos vivir pensando que la vida es infinita. Pensamos que siempre hay un mañana para cumplir nuestros sueños, para decir te quiero o dar un abrazo a un ser querido. No hay mil mañanas, no sabemos cuándo acabará nuestra vida, así que disfruta del momento y persigue tus sueños.
Mis Recetas Anticáncer, Un Libro y Una Historia Llena de Esperanza
Han pasado 4 años y estoy libre de enfermedad contra todo pronóstico de la medicina oficial. He conseguido ser madre de nuevo y reboso energía y vitalidad. He cambiado por fuera y por dentro. Ahora soy más feliz, más alegre, más positiva y me siento rejuvenecida y más guapa que nunca. Vivo enfocada en el presente, en el ahora. Disfruto de cada momento, de cada nuevo día que me regala la vida y doy gracias infinitas por este regalo.
Mi relación con el cáncer fue especial. Conseguí aprender de la enfermedad y vivir una nueva vida. La experiencia fue maravillosa y he decidido contar mi experiencia personal y toda la información médica que he ido recopilando a lo largo de estos años en forma de un blog www.misrecetasanticancer.com y dos libros, Mis Recetas Anticáncer y Mis Recetas de Cocina Anticáncer.
Mi deseo es ayudar a otras personas con cáncer a sembrar luz y esperanza en su proceso de sanación. Dicen que lo que no se da se pierde y yo no quiero que mi experiencia y conocimiento se pierda si puedo ayudar a otras personas.
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