Leche que NO has de beber. Relación entre el consumo de leche y el cáncer

LA LECHE NO ES LA LECHE

Hoy quiero hacer hoy una revisión sobre un alimento muy, muy controvertido, la LECHE. ¿Es buena o es mala? En internet hay mucha información y casi siempre controvertida.
Para afirmar si un alimento es bueno o no para la salud hay que basarse en estudios (estudios no patrocinados por la industria alimentaria, por supuesto). Hoy he leído un artículo sobre las bondades de la leche firmado por una pediatra que venía a decir, “la leche es buena porque lo digo yo y punto y los que digan lo contrario son unos analfabetos”. ¿Prepotencia? ¿Falta de información? Siempre os lo digo, y una vez más lo reafirmo, siempre hay que citar las fuentes bibliográficas. A mí no me vale “porque lo digo yo” y mucho menos me vale la opinión de aquellos que desdeñan o critican la opinión de otro sin demostrarlo con razonamiento basados en el conocimiento científico actual.
Antes de empezar deciros que el consumo de leche y lácteos en España está cayendo en picado en los últimos años, por lo que a la industria láctea no le ha faltado tiempo para lavarle la cara a este alimento y ha convencido a varios nutricionistas y médicos (¿¿previo pago??) para que escriban sobre las bondades de la leche en el libro blanco de los lácteos.
Si nos ponemos a buscar vamos a encontrar estudios que llegan a la conclusión de que los lácteos no aumentan el riesgo de padecer cáncer… pero antes de creérnoslos y seguir bebiendo leche “a gogó”  debemos observar el tamaño muestral, si hay conflictos de intereses (si Puleva o Pascual patrocinan el estudio apaga y vámonos), si hay sesgos de selección, confusión o información. Mirad hasta donde puede llegar la industria, que consiguió publicar un estudio formado por la universidad de Córdoba en que “demostró” que la Coca Cola era antioxidante y quimiopreventiva.
Las noticias en los medios también hay que ponerlas en cuarentena y cuando nos hablen de las bondades de la leche tendremos que investigar si  estas están manipuladas y pagadas por la industria. Por ej, en El Español hablan de las bondades de la leche y el artículo lo firma Puleva… ¿qué va a decir Puleva? Que la LECHE es la LECHE.
Me voy a centrar el tema del cáncer y los lácteos. Vamos a ver que se sabe a día de hoy de esta posible relación.
LECHE Y CANCER DE PROSTATA

Vamos a analizar estudios sobre cáncer de próstata y lácteos a ver que podemos sacar en claro.
El estudio EPIC que es el estudio prospectivo de cohortes más importante sobre cáncer y nutrición que se ha realizado a nivel mundial (participan 500.000 personas) llega a la conclusión de que el consumo de proteínas y calcio procedente de los lácteos incrementa el riesgo de cáncer de próstata. Al ingerir lácteos aumentan los niveles de IGF-1 y esto se ha asociado a mayor riesgo de cáncer de próstata por producir inflamación crónica. El artículo fue publicado en BJC, una de las revistas más reputadas sobre cáncer.
En este estudio analizaron los hábitos alimentarios de más de 2000 hombres con cáncer de próstata y vieron que el consumo de proteínas y calcio procedentes de los lácteos incrementaba el riesgo de padecer cáncer de próstata. Las personas veganas, al no consumir lácteos tienen unos niveles de IGF-1 más bajos que aquellos que consumen lácteos y se ha demostrado que los veganos tienen menos cáncer de próstata.
El calcio presente en la leche parece disminuir la producción de vitamina D, y ya hemos visto en otros post que esta vitamina tiene un importante efecto anticáncer.
¿Sabéis que los intolerantes a la lactosa tienen un 45% menos cáncer de próstata dado que no consumen leche?
Otro estudio “impactante” basado en la cohorte de hombres del “Health Professionals Follws-up study” llegó a la conclusión de que los hombres que consumían 2 o más vasos de leche al día (2 vasos contienen 600mg de calcio) tenían casi el doble de posibilidades de desarrollar cáncer de próstata metastásico que aquellos que no consumían leche y un 20% más de desarrollar cáncer de próstata no diseminado. Según este estudio, los hombres que consumen más de 600mg de calcio procedente de la leche al día tienen unos niveles de vitamina D mucho más bajos que aquellos que no consumen leche o consumen menos de 150mg de calcio procedente de esta. En este estudio se vio mayor relación entre el consumo de leche entera y cáncer, que con el resto de derivados lácteos.
Desde la Universidad de Harvard nos “invitan” limitar de consumo de leche y lacteos a 1 ó 2 raciones al día. Nos advierten desde Harvard que el calcio es importante en la alimentación, pero que el calcio presente en la leche quizás no sea el más adecuado y nos recuerdan que hay otras fuentes de calcio más saludables como almendras, semillas de sésamo, legumbres, tofu, algas o vegetales de hojas verdes.

Reconocen la posible relación entre la ingesta de lácteos y el cáncer de próstata y ovario, por eso aconsejan reducir dicha ingesta.

Una revisión sistémica y un metaanalisis que analizan la relación entre cáncer de próstata y el consumo de lácteos, nos confirma esta asociación positiva. Afirman que el calcio de la leche tanto entera como desnatada se asocian con más riesgo de cáncer de próstata y sin embargo, el calcio que no procede de la leche no se asocia a más cáncer.

  • CANCER DE OVARIO Y LACTEOS
En un estudio sueco se demostró que las mujeres que consumen 4 o más lácteos al día tienen el doble de cáncer de ovario tipo seroso que aquellas mujeres que no los consumen o consumen menos de 2 raciones. Otro estudio danés ha encontrado una asociación similar. En el caso del cáncer de ovario, parece que es la lactosa de la leche la que asocia con este cáncer, por eso hay más asociacion entre cáncer de ovario y leche, que con el queso o el yogur que apenas contienen lactosa.
En el caso del cáncer de ovario la ingesta de leche se ha asociado con más riesgo de cáncer, aunque la evidencia no es tan clara como en el cáncer de próstata. Sin embargo, la ingesta de calcio, no procedente de la leche se ha relacionado con un menor riesgo de cáncer de ovario.
  • CANCER DE COLON, MAMA Y LACTEOS
Lo que os voy a contar ahora os va a sorprender. En los últimos años empieza a ganar evidencia la hipótesis de que virus y parásitos presentes en la leche pueden ser los responsables de que las personas que consumen determinados tipos de leche y derivados lácteos tenga más cancer de mama y colon, y probablemente de otros tipos de cáncer. ¿Un virus? Pensaréis que se me ha ido la olla… Leed atentos, porque esta información puede ser reveladora.
Zur Hausen, premio nobel de medicina en 2008, alerta a raíz de sus investigaciones sobre la presencia en la carne y en la leche que tomamos a diario de material genético de parásitos, bacterias o virus que pueden pasar al ser humano y aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer. Este interesante campo de investigación aun está empezado, pero ya se ha detectado material genético bovino de origen infeccioso, probablemente virus, relacionados con cáncer de mama, cáncer de colon, esclerosis múltiples y enfermedades neurodegenerativas (¿os acordáis del virus de las vacas locas?).
Hay un virus que parece estar relacionado con el cáncer de mama y está presente en la mayoría de leche que consumimos.
Parece que casi el 100%  de la leche y carne roja procedente de vacas lecheras y ganado vacuno está infectada por un conocido como virus de la leucemia bovina. Este virus se ha relacionado con el cáncer de mama. El riesgo de padecer cáncer de mama es 3 veces mayor en aquellas mujeres infectadas por este virus. Este virus es un retrovirus que la mayoría de las veces no produce síntomas en el ganado, pero deja respuesta humoral entre las vacas que lo padecen y el virus queda latente. Este virus infecta a las células sanguíneas y del tejido mamario de las vacas y está presente en su carne y en su leche y pasa al tejido mamario y a nuestro intestino, aunque aún no está claro el mecanismo de contagio.Se ha visto que las mujeres que más leche consumen tienen más cáncer de mama y que las que menos leche consumen en Europa tienen menos cáncer.

Y ahora viene algo curioso…. estos virus parecen estar presente en el ganado vacuno occidental, pero no pasa igual con especias bovinas autóctonas de India, Mongolia o Bolivia.
Hay tres países donde la tasa de cáncer de colon y mama es muy baja: India, Mongolia y Bolivia. En estos países la ingesta de leche es bastante baja, pero sobre todo destaca la ingesta de leche procedente de razas autóctonas que parecen no estar infectadas por esos virus que afectan al ganado europeo y americano. Estos virus parecen tener un papel carcinógeno sobre la mama y el colon, al igual que pasa con el papiloma humano y cáncer de cuello de útero o el virus de la hepatitis C y el cáncer de hígado.
Cuando se identifiquen mejor estos virus probablemente se puedan desarrollar  una vacuna que se administre al ganado para evitar la infección a humanos.

Estas infecciones parecen no estar presentes en otras especies de mamíferos y su leche puede tener un efecto protector frente al cáncer. Un reciente estudio demostró que la caseína de la leche de yegua, burra y camella pueden tener una actividad antitumoral frente a las células del cáncer de mama
Según Zur Hausen, el periodo crítico para infectarnos por estos virus y posteriormente desarrollar cancer es en los dos primeros años de vida y él aconseja no consumir leche animal ni carne en este periodo. Esto es una bomba para todos esos nutricionistas y médicos que mantienen que la carne y la leche son dos alimentos imprescindibles para los niños.  Zur Hausen, recomienda amamantar a los bebés más de 6 meses, porque de este modo desarrollarán un sistema inmune fuerte y activo que será capaz de eliminar los virus, bacterias y parásitos con los que se enfrente.
  • ¿Y si no tomamos leche, de dónde obtenemos el Calcio?
Hay calcio, más allá de la leche.
  • ¿Cuánto Calcio necesitamos tomar?
  • ¿Se absorbe igual todo el calcio? ¿Cómo cubrir las necesidades diarias de calcio?
Os cuento algo… mis hijos no toman leche (que los pediatras pongan el grito en el cielo), aunque sí yogur y algo de queso. En casa tomamos bebida vegetal de avena enriquecida con calcio procedente de algas en vez de leche de vaca.
Conclusión… sé puede, y se debe vivir sin leche.
FUENTES BIBLIOGRAFICAS

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  • Guía Práctica de Alimentación Vida Anticancer. Dra Odile Fernández. Ed Urano. 2015

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