La Micoterapia se basa en el uso de las setas en beneficio de la salud. Ya sea desde la prevención o como complemento integrativo a otras terapias, esta nueva herramienta de la medicina natural trata de sacar el máximo partido a las sustancias terapéuticas que contienen especies como Reishi, Maitake, Polyporus y Shiitake, entre otras.
Aunque la aplicación de las setas en el terreno de la nutrición y la medicina no es nuevo —se emplean de forma tradicional en la cultura oriental desde hace siglos— la bibliografía científica publicada en los últimos años ha ampliado las posibilidades de este recurso natural gracias a la constatación de sustancias antivirales, antioxidantes, antibacterianas, hepatoprotectoras, antidiabéticas, inmunomoduladoras y antitumorales en su composición.
En el tratamiento del cáncer, ciertos extractos de hongos son capaces de estimular diferentes células del sistema inmunitario —potenciando así las defensas naturales— e inhibir la formación de vasos sanguíneos (angiogénesis), lo que puede contribuir a disminuir la irrigación de tumores. Además, algunos extractos de hongos tienen actividad citotóxica directa sobre distintos tipos de células tumorales.
El uso de los extractos de setas medicinales como soporte al tratamiento de pacientes con cáncer
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Facilitan una respuesta inmune más efectiva frente al cáncer.
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Provocan apoptosis de las células tumorales e inhiben el crecimiento del tumor y las metástasis.
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Proporcionan una mayor eficacia de los tratamientos convencionales y ayudan a paliar los efectos secundarios de los tratamientos agresivos de quimioterapia y radioterapia.
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Mejoran el apetito, la estabilidad emocional y la debilidad general de pacientes sometidos a tratamientos de quimioterapia.
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Algunos extractos de hongos combinan actividades anticancerígenas y analgésicas, mejoran el estado general del paciente y tienen efectos sobre el estado emocional mejorando la gestión del estrés relacionado con la enfermedad. A nivel inmunológico también ayudan a pacientes sometidos a quimioterapia y radioterapia.
La micoterapia no cura el cáncer ni es una alternativa a ninguno de los tratamientos convencionales. Esta terapia complementaria no representa por si sola una alternativa a la quimioterapia, radioterapia o cualquier otro tratamiento recomendado por tu oncólogo.