– Mijo: 2 tazas
– 1 Cebolla
– ½ de pimiento rojo asado (lo hice al horno ayer)
– 1 zanahoria
– 1 chirivía: es una hortaliza similar a la zanahoria. Es una raíz de color que va del blanquecino al pardo claro, con forma alargada y cónica, y con un sabor que recuerda a la zanahoria, aunque su textura no es tan crujiente y acuosa, así que su cocción es un poco más rápida que la de la zanahoria.
– 1 ramita de apio
– 1 trozo de col
– 1 manzana
– Perejil
– Cúrcuma
– Pimienta
– Sal
Para la crema:
– 2 puerros
– 5 espárragos de buen calibre
– Nuez moscada.
Preaparación
Comenzamos lavando el mijo en un colador, yo suelo darle varias pasadas de agua y lo dejo escurrir. En un cazo con agua, lo pones a cocer y añades los puerros y espárragos, previamente lavados y cortados en rodajas Mientras, corta todas las otras verduras en dados pequeños, ( cuanto más pequeños sean, mejor se integran en el plato y el resultado final es más agradable al paladar), en este orden, que será el mismo que el que lo iras poniendo en la sartén: Cebolla, zanahoria, apio, col, chirivía, manzana, pimientos asados. Sofreímos los ingredientes, y esperamos a que todas las verduras estén pochadas, por lo que el fuego no debe estar muy fuerte. No olvidéis poner un poquito de Aceite de oliva a la sartén. En este punto ya podemos añadir un poco de sal. Añadimos el mijo escurrido y lo tostamos en la misma sartén con las verduras, removiendo y mezclando las verduras con el mijo. Añadimos 6 tazas de la cocción de los puerros y espárragos en la sartén donde está el mijo y las verduras. Añadimos una cucharada de cúrcuma, pimienta y perejil fresco cortado en trozos pequeños, y removemos. En ese momento el guiso adquiere un color amarillo intenso, me encanta el aroma que despide. Desde este momento, no volver a remover y lo dejamos cocer a fuego bajo. Mientras esto se va haciendo, nos ponemos a hacer la crema, de puerros y espárragos que ha estado cociendo. Comprobamos que están tiernas y pasamos la batidora con un colador para quitar los hilos de los puerros. Añadimos sal y un poco de ralladura de nuez moscada. Mantenemos en la sartén, con el fuego apagado para que siga espesando y se mantenga caliente Han pasado unos 40 minutos desde que añadimos el mijo, probarlo antes para rectificar de sal y para comprobar que está tierno.
Ahora lo emplatamos a nuestro gusto.