Relajación y cáncer: respiración consciente

meditacion_mujer_oncologia_integrativaEste simple ejercicio te ayudará a mantener la calma durante el día y te será muy útil para recuperarla en aquellos momentos en los que te sientas agitado.

Túmbate boca arriba, con los brazos y las piernas estirados. Las palmas de las manos tienen que estar mirando al techo, o al cielo. Lo puedes hacer en tu casa, tumbado en la cama o en la alfombra. Cualquiera de los dos sitios es bueno mientras tú estés bien. No es aconsejable hacerlo en el sofá ya que por falta de espacio no podrás adoptar la postura que te indicamos.

Si quieres hacerlo al aire libre busca un prado en un parque con muchos árboles. También lo puedes hacer en la playa. Procura que no sea durante las horas fuertes del sol.

Cuando te encuentres tumbado en esta postura inspira aire profundamente procurando llenar los pulmones al máximo. Cuando hayas llenado los pulmones, reten el aire contando hasta tres y expira. Haz esto cinco veces.

Con la sexta inspiración di mentalmente: “inspiro tranquilidad”. Cuando sueltes el aire di mentalmente: “expiro preocupación”. Otras frases que puedes utilizar son: “inspiro amor”, “expiro rabia”; “inspiro luz”, “expiro oscuridad”; “inspiro alegría”, “expiro tristeza”.

Si durante este ejercicio sientes ganas de llorar no te reprimas. Sigue tumbado o tumbada en la misma posición en la que estabas y deja que fluya el llanto. Cuando termines de llorar (no hay prisa; tómate tu tiempo) inspira profundamente tres veces llenando los pulmones al máximo. Si te sientes con ganas de seguir con el ejercicio sigue. Si estás tranquila y crees que no lo necesitas quédate tumbada hasta que lo consideres necesario y luego levántate y vuelve a tu rutina.




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