A pesar de no ser una cura para el cáncer, el yoga ayuda a los pacientes a recuperar la paz mental y a estar más tranquilos. Además puede reportar otros beneficios tales como:
– Mejorar el descanso nocturno ya que al estar más relajados mejora la capacidad de conciliar el sueño y de permanecer dormidos toda la noche.
– Incrementar los niveles de energía del paciente. Algunos estudios han demostrado que los pacientes oncológicos que practican yoga no se sienten tan cansados.
– Reducir los niveles de ansiedad, estrés y mejorar el estado de ánimo gracias a las suaves posturas y a los ejercicios de respiración.
– Disminuir la sensación de dolor en pacientes que combinan los medicamentos analgésicos con el yoga.
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