El ácido lipoico es un acido graso, que produce naturalmente nuestro cuerpo y que ingerimos a través de alimentos como los tomates, las espinacas o las coles de Bruselas-, así como el ácido graso omega-3 EPA -presente en pescados grasos y pescados azules- favorecen la pérdida de peso y mejoran la inflamación asociada a obesidad, según concluye un estudio llevado a cabo por la universidad de Navarra.