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Receta: Zumo rico en vitaminas

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Ingredientes

4 manzanas ecológicas
3 hojas de col lañe lavada y cortada a trozos
8 zanahorias ecológicas pequeñas
2 pencas de apio
2 centímetros de jengibre

Preparación

1. Cortar a trocitos y poner en la extractora lenta de zumos.

¡Listo para disfrutar!

Advertencia:

El contenido del presente sitio web es de carácter general y tiene una finalidad meramente informativa, sin que se garantice plenamente el acceso a todos los contenidos, ni su exhaustividad, corrección, vigencia o actualidad, ni su idoneidad o utilidad para un objetivo específico.
Toda la información que se ofrece a través de esta página web no sustituye, en ningún caso, un asesoramiento sanitario cualificado.
Avívate, escuela de pacientes declina toda responsabilidad sobre las consecuencias que un mal uso de este contenido pueda tener en la salud de los pacientes. Así mismo se recomienda que los pacientes comuniquen a su oncólogo convencional qué terapias complementarias les acompañan durante los tratamientos convencionales.

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Receta: helados de frutos rojos

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Ingredientes

200ml leche de coco
110 gramos de anacardos
1 aguacate pequeño
1/2 cucharadita de polvo de arrurruz
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de jugo de limón
50 gramos de frutos rojos al gusto (arándanos, moras, cerezas…)
1/3 de taza de miel de acacia

Preparación

1.Bate todos los ingredientes hasta obtener una masa cremosa.
2.Luego, coloca la mezcla en los moldes de helado y déjala en el congelador durante toda la noche.

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Receta: Minestrone vegetal

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Ingredientes

1 cebolla cortada a medias lunas
2 zanahorias peladas y cortadas a rodajas
2 calabacines
200 gramos de judías verdes
400 gramos de guisantes
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 litro de agua

 

Preparación

1. En una olla, sofríe la cebolla con el aceite de oliva a fuego bajo durante 10 minutos. Vigílala y dale vuelta de vez en cuando para evitar que se queme.

2. Cuando esté ponchada añade las zanahorias, las judías verdes, los guisantes y el agua. Llévalo a ebullición y pon el mijo. Deja hervir durante 10 minutos.

3. Apaga el fuego deja reposar un poco con la olla tapada.

¡Listo para comer!

Nota: Si quieres, puedes añadir 100 gramos de mijo para añadir proteína a tu plato.

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Receta: Manzana con mantequilla de almendra

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Ingredientes

1 manzana de cultivo ecológico, de la variedad que encuentres
Mantequilla de almendra sin azúcar
Canela en polvo

 

Preparación

1. Lava bien la manzana y elimina el corazón con un instrumento de cocina especialmente diseñado para ello (ver foto de la izquierda).

2. Corta la manzana en rodajas. Si no es ecológica deberás pelarla antes. Si lo es, puedes prepararla con piel.

3. Pon un poco de mantequilla de almendra encima de cada trozo de manzana.

4. Espolvorea canela en polvo al gusto y ¡listo para
comer!

Nota: La mantequilla de almendra es muy saciante, con lo que no recomendamos más de un snack de estos por persona.

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Receta: Caldo de verduras con mijo

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Ingredientes para 4 personas

2 zanahorias
1 nabo
1 puerro
1 rama de apio
1 cebolla
4 ramas de perejil
Aceite de oliva
Sal
8 puñados de mijo

Preparación

1. Lava bien y pela las verduras si no son de cultivo ecológico. Si lo son las puedes hervir con piel.

2. Pon las verduras en una olla grande. Pon un chorlito de aceite de oliva, la cebolla y el puerro y póchalas a fuego lento durante 5 minutos. Esto ayudará a dar sabor al caldo.

3. Añade el resto de verduras con suficiente agua. Hasta que las cubra y sobren unos 3 dedos por encima.

4. Pon a hervir durante 30 minutos. Después deja la olla tapada, reposando, durante 30 minutos más.

5. Cuela las verduras y tendrás el caldo listo para cocinar el mijo.

6. Pon un cazo al fuego con el caldo de verduras colado.

7. Cuando hierva, añade la quinoa y hierve durante 15 minutos.

8. Apaga el fuego y deja reposar.

9. A la hora de servir puedes ajustar la densidad de la sopa añadiendo más caldo de verduras.

Nota: El mijo se tiene que poner en remojo un par de horas antes para eliminar el sabor amargo.

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Efectos de la depresión en pacientes con cáncer

La depresión es común entre los pacientes con cáncer, con tasas de prevalencia hasta cuatro veces más altas que en la población general.

La depresión confiere peores resultadosa, incluida la falta de adherencia al tratamiento y el aumento de la mortalidad entre pacientes con cáncer. Los avances en la comprensión de los fundamentos neurobiológicos de la depresión han revelado que los mecanismos bioactivos compartidos pueden contribuir a la progresión del cáncer.

 

Además, los estresores psicosociales en el cáncer promueven:
(1) la inflamación y el estrés oxidativo / nitrosativo;
(2) una inmunovigilancia disminuida;
(3) una activación disfuncional del sistema nervioso autónomo y del eje hipotalámico-hipofisario-adrenalino.

En consecuencia, el reconocimiento rápido de la depresión entre los pacientes con cáncer para que puedan beneficiarse de las estrategias de tratamiento dirigidas a los síntomas depresivos, la disfunción cognitiva, la fatiga y los trastornos del sueño es una prioridad de salud pública.

Además, las estrategias de comportamiento que apuntan a reducir la angustia psicológica y los síntomas depresivos, como abordar la dieta poco saludable y las opciones de estilo de vida, así como la inactividad física y la disfunción del sueño, pueden representar estrategias importantes no solo para tratar la depresión, sino también para mejorar el cáncer. En este documento, se proporcionan una revisión exhaustiva de las vías entrelazadas del comportamiento biológico que vinculan la depresión con la progresión del cáncer. Además, se revisan críticamente las implicaciones clínicas de estos hallazgos.

 

Estudio científico:

Depression in cancer: The many biobehavioral pathways driving tumor progression.
Bortolato B, Hyphantis TN, Valpione S, Perini G, Maes M, Morris G, Kubera M, Köhler CA, Fernandes BS, Stubbs B, Pavlidis N, Carvalho AF.

Receta: Magdalenas de calabaza

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Ingredientes

1 ½ tazas de harina de avena sin gluten
½ taza de harina de almendra
1 taza de azúcar de coco
1 cucharadita de levadura sin gluten
2 cucharaditas de especia de calabaza*
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
½ cucharadita de sal marina
3 huevos grandes
15 onzas de calabaza
3 cucharadas de aceite de coco, derretido
¼ taza de nueces, picadas

* Cómo hacer especia de calabaza:

Mezcla:
1 cucharadita de canela
Una pizca de nuez moscada
Una pizca de jengibre
Una pizquita de clavo

Preparación

1. Precalienta el horno a 170°. Forra los extremos de un molde para pan de 8 “x 4” con papel pergamino.

2. En un tazón mediano, mezcla la harina de avena, la harina de almendra, el azúcar de coco, la especia de calabaza, la levadura, el bicarbonato de sodio y la sal.

3. En un tazón grande, bate los huevos. Añade la calabaza y el aceite. Mezcla bien. Agrega los ingredientes secos a la mezcla de huevo y revuelve suavemente para combinarlo todo. Luego, mete las nueces y mezcla de nuevo.

4. Vierte la masa en el molde. Hornea por 20-30 minutos, o hasta que el palillo de madera insertado en el centro de la magdalena salga limpio.

5. Deja que se enfríen en el molde sobre una rejilla durante 10 minutos. Retíralas de los moldes y déjalo enfriar por completo.

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Receta: Rice and beans fusion

[vc_wp_text]Esta receta de plato de cuchara no es muy mediterránea pero está en mi top 5 de recetas favoritas y por eso la quiero compartir contigo.

arroz y judíasIngredientes

1 cebolla pelada y rallada
1 ajo pelado y cortado a trozos pequeños
1 pimiento rojo pelado y cortado
250 gramos de arroz integral
400 gramos de frijoles negros
2 cucharadas de postre de tomillo
400 ml de leche de coco para cocinar
Aceite de coco
Pimienta negra
Agua

Preparación

1. Cocina los frijoles en una olla a presión con 1 cucharada de postre tomillo y un diente de ajo.

2. Una vez cocidos escurre, sin tirar el agua.

3. Pon el arroz integral a cocinar con el agua de los frijoles. Cuando hierva añade la leche de coco.

4. Cuando el arroz esté cocinado, añade los frijoles y déjalo reposar dentro de la olla durante veinte minutos.

5. Pela, ralla y pocha la cebolla. Cuándo empieza a ponerse transparente añade el pimiento rojo cortado a trozos y una cucharada de postre de tomillo.

6. Añade el pimiento y la cebolla pochada a la olla. Remueve y ¡buen provecho!

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Sistema inmunitario: cómo funciona y cómo mantenerlo saludable

sistema inmune bacteriaEl sistema inmunitario es esencial en nuestro organismo, ya que nos defiende de los invasores más peligrosos y nos mantiene sanos. Pero, ¿cómo funciona?

Es necesario saber que vivimos rodeados de organismos: bacterias, virus, parásitos, etc. Formas de vida que están en nuestra piel, en nuestros intestinos y por supuesto, en nuestro entorno. ¿Son todos estos organismos amenazadores para nuestra salud? No. Precisamente, el gran trabajo del sistema inmunológico es hacer un balance, monitorear y juzgar cuáles son realmente las amenazas potenciales.

Si un invasor es considerado una amenaza, el sistema inmune se pone manos a la obra para destruirla tratando de hacer el menor daño colateral posible. Esta respuesta del sistema inmunológico se llama inflamación.

Para nosotros, la inflamación se puede manifestar a través de síntomas como dolor de barriga, de cabeza, fiebre, fatiga…Es lo que utiliza el cuerpo para tratar de sanar.

¿Qué es lo más importante? Que el sistema inmunológico esté en equilibrio para sentirnos bien. La inflamación es necesaria para proteger al organismo de los invasores, pero una inflamación constante puede causar daños. Por lo tanto, nuestras defensas tienen que evaluar cuál es la amenaza que requiere su mayor atención cada momento.

Veamos un ejemplo que nos ayudará a entender el funcionamiento:

Si nos remontamos a millones de años atrás, una amenaza para las personas que vivían en la sabana podría ser que apareciese un león. ¿Qué pasa? Cuando este aparece, el cuerpo interpreta que es una amenaza y actúa provocando inflamación.

Cuando el organismo interpreta que hay una amenaza, produce:

  • Epinefrina, lo que comúnmente llamamos adrenalina, que lo que hace es incrementar la frecuencia cardiaca, contraer los vasos sanguíneos, en definitiva, participa en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso simpático.
  • Norepinefrina, que tiene una función similar y ayuda al organismo a subvertir la fatiga.
  • Cortisol, que se libera como respuesta al estrés y realiza funciones como aumentar el azúcar en sangre (glucemia).

¿Qué ocurre? Cuando estas hormonas están trabajando para huir del león, el sistema inmunitario se amortigua para todo lo demás, como tratar virus y bacterias. Porque si lo pensamos fríamente, ¿qué es prioritario para el organismo? Lo primero es sobrevivir al león, por eso el cuerpo emplea todas sus energías para ello.

¿Y en la actualidad?

Por norma general, no nos encontramos leones en nuestro entorno, pero nos enfrentamos a otras amenazas. Véase una de sus formas más comunes: el estrés, que tanto afecta a nuestra vida diaria. A veces, también malinterpretamos el nivel de amenaza de ciertos eventos de estrés y el cuerpo actúa como tal.

Pregúntate, ¿hay de verdad un león acechándote ahora mismo? Y lo más importante: ¿cómo puedes ayudar a tu sistema inmune para que se mantenga saludable y actúe lo más preciso posible?

Por qué es importante que el sistema inmunitario funcione correctamente durante el cáncer

Se ha demostrado científicamente que el sistema inmune detecta y elimina las células tumorales. Como puedes ver en este vídeo, una célula NK (Natural Killer) rodea y engulle a una célula tumoral.

Es de esta premisa que ha nacido la inmunoterapia, una de las terapias más prometedoras contra el cáncer que consiste en estimular el sistema inmune del propio paciente para que este ataque a las células tumorales y las elimine.

Qué puedes hacer tú para apoyar a tu sistema inmunitario

  1. Dormir.

Parece algo irrelevante pero no lo es. Más bien todo lo contrario. Cuando no duermes, tus hormonas suprarrenales no se apagan (sí, las que interpretan que hay que huir de un “león”). Como consecuencia, tu inmunidad empeora y eres más susceptible a las bacterias y a los virus.

Recordemos, además, que investigaciones muestran que la falta de sueño conduce a una disminución en el organismo de las células NK (Natural Killers). Estas células son las que se encargan de destruir las células tumorales e infectadas[1]. Como podemos imaginarnos, estos linfocitos son de vital importancia en nuestro organismo, especialmente durante el cáncer.

Por el contrario, también cabe recordar que un sueño de calidad parece mejorar las respuestas de las células T, como os explicábamos en otro artículo. Las células T reconocen los patógenos para conseguir atacarlos y se están estudiando exhaustivamente para mejorar las terapias de inmunoterapia contra el cáncer.

Conclusión: dormir bien y las horas recomendadas apoya al sistema inmune. La Sociedad Española de Sueño recomienda en adultos dormir entre 7 y 9 horas diarias. Para los mayores de 65 años, de 7 a 8 horas diarias.

  1. Alimentación

La alimentación puede contribuir a mantener el sistema inmunitario en buen estado, siempre y cuando esta sea saludable y equilibrada.

Una dieta poco saludable, elevada en grasas y azúcar y productos ultraprocesados puede afectar negativamente al sistema inmune, como concluye este estudio publicado en la revista Cell[2]. Ante este tipo de productos el sistema inmunitario puede actuar como si de un intruso o bacteria se tratara, inflamando el organismo.

Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes, en cambio, puede contribuir a la salud del sistema inmune.

La nutrición es un determinante crítico en las respuestas inmunitarias, como afirma esta otra investigación publicada en el American Journal of Clinic Nutrition[3]. De los micronutrientes, el zinc, el selenio, el hierro, el cobre, las vitaminas A, C, E y B6 y el ácido fólico tienen influencias importantes en las respuestas inmunes. También se afirma en el estudio que la obesidad reduce la inmunidad.

¿Dónde podemos encontrar estos nutrientes? Sobre todo, en vegetales, frutas, legumbres y frutos secos. Los alimentos probióticos como el chucrut, el kéfir o el té kombucha también ayudan a fortalecer las defensas si la flora intestinal está equilibrada. Asimismo, las setas también estimulan el sistema inmunitario, por su contenido en betaglucanos.

  1. Ejercicio físico

Practicar ejercicio físico es una buena técnica para aliviar el estrés continuo que perjudica al sistema inmune.

Además, se ha demostrado que los ancianos que hacen actividad física regular desarrollan más células T que los que llevan una vida sedentaria[4]. Otros estudios muestran en sus resultados que el ejercicio podría ser útil en casos de cáncer de colon, cáncer de mama y cáncer de próstata.

Lo importante es que el ejercicio se practique de forma regular, aunque sea de baja intensidad. Una actividad que puede resultar interesante para los pacientes con cáncer es el yoga, el Tai Chi o el Chi Kung.

  1. Meditación

La meditación ha demostrado grandes beneficios en la inmunidad, como muestra una de las principales investigaciones sobre el impacto de la respiración y otras técnicas de atención plena en el sistema inmunitario, publicadas en la revista Annals of New York Academy of Sciences en 2016. Concretamente, la meditación ayuda a disminuir el estrés del cuerpo y esto puede contribuir a reducir la inflamación y a apoyar la inmunidad[5]. En definitiva, ayudar a que el sistema inmunitario esté más saludable y equilibrado.

Los científicos consideran que estos resultados se tienen que seguir estudiando para examinar su relevancia para síntomas clínicos concretos y para todo tipo de enfermedades.

¿En qué consiste la meditación? Al principio puede resultar difícil de entender, pero la práctica hace al maestro. Consiste en tener plena conciencia del momento presente, es decir, ser conscientes de lo que hacemos en cada momento. Sentarnos a meditar significa no pararnos a juzgar los pensamientos y sentimientos que pasan por nuestra mente.

Si quieres saber más sobre la atención plena, te lo explicamos más detalladamente en este artículo. En este otro artículo te contamos los beneficios que ha demostrado tener el Mindfulness (una técnica de meditación) para reducir el estrés y mejorar la calidad de vida de pacientes con cáncer.

Estudios científicos

[1] Irwin M, Mascovich A, Gillin JC, Willoughby R, Pike J, Smith TL. Partial sleep deprivation reduces natural killer cell activity in humans. Psychosom Med. 1994 Nov-Dec;56(6):493-8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/7871104

[2] Anette Christ , Patrick Günther, Mario A.R. Lauterbach, Mihai G. Netea, Joachim L. Schultze, Eikcke Latz. Western Diet Triggers NLRP3-Dependent Innate Immune Reprogramming https://doi.org/10.1016/j.cell.2017.12.013

[3] Chandra RK. Nutrition and the immune system: an introduction. Am J Clin Nutr. 1997 Aug;66(2):460S-463S. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9250133

[4] Niharika Arora Duggal  Ross D. Pollock  Norman R. Lazarus  Stephen Harridge  Janet M. Lord. Major features of immunesenescence, including reduced thymic output, are ameliorated by high levels of physical activity in adulthood. https://doi.org/10.1111/acel.12750

[5] David S. Black and George M. Slavich. Mindfulness meditation and the immune system: a systematic review of randomized controlled trials. Ann N Y Acad Sci. 2016 Jun; 1373(1): 13–24. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4940234/

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Receta: Chips de Kale deshidratada

[vc_wp_text]Este aperitivo es una de las más sanas alternativas a las patatas fritas.

Ingredientes

1 manojo de kale
110 gramos a anacardos (remojados en agua durante 6 horas)
1 pimiento rojo pequeño o medio pimiento rojo grande
1 chorrito de aceite de oliva
1 pizca de sal
Pimienta al gusto

Preparación

1. Limpia la kale. Si no es de cultivo ecológico puedes eliminar los pesticidas siguiendo estos consejos.

2. Elimina el tallo de la kale y corta las hojas en trozos no más grandes de 5 centímetros.

3. Limpia el pimiento rojo, quítale las semillas y córtalo en trozos.

4. Tritura los anacardos previamente remojados, el pimiento rojo, el aceite de oliva, la sal y la
pimienta con la minipimmer. Obtendrás una crema de color rosado oscuro.

5. Pon la kale en una ensaladera grande y mézclalo con los anacardos y el pimiento previamente triturados. Dale vueltas con la mano hasta que la crema se extienda bien por todas las hojas de kale.

6. Coloca las hojas encima de un papel de cocina de hornear y espárcelas bien, que no queden apelotonadas.

7. Ponlas al horno a la mínima temperatura que puedas (entre 40 y 50 grados centígrados) durante 12 horas. Gasta igual que una bombilla.

8. Asegúrate de que están crujientes y, cuando lo estén, guárdalas en un tarro de vidrio cerrado con tapa para que no se humedezcan.

¡Que las disfrutes!

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